Estados Unidos activó el miércoles 4 (hora local) el incremento del gravamen sobre las importaciones de acero y aluminio, que pasa del 25% al 50%.
La disposición, firmada por el presidente Donald Trump el día anterior, entró en vigor a las 12:01 de la noche, hora de Washington, y se aplica de forma inmediata a productos metálicos procedentes del extranjero, con la excepción de Reino Unido. Este país continuará sujeto a una tasa del 25% en virtud de un pacto bilateral alcanzado en mayo.
El sector siderúrgico coreano afronta ahora un panorama más adverso, al verse directamente afectado por el endurecimiento de la política arancelaria estadounidense.
La Casa Blanca ha manifestado su intención de cerrar acuerdos con sus principales socios comerciales antes del 8 de julio, fecha en la que finaliza el actual periodo de gracia para las negociaciones sobre tarifas recíprocas. No obstante, expertos advierten de que la decisión podría intensificar las tensiones con bloques como la Unión Europea, que ya ha anunciado posibles medidas de represalia.