El Banco de Corea ha instado al Ejecutivo a acelerar la implementación del presupuesto de emergencia aprobado por la Asamblea Nacional en mayo pasado, con el objetivo de estimular la economía. Asimismo, ha señalado que la adopción de fondos complementarios adicionales no tendría un impacto significativo en la inflación, a pesar de las preocupaciones expresadas por algunos sectores.
No obstante, la institución se ha mostrado prudente a la hora de precisar una cifra concreta sobre la magnitud que deberían tener esos paquetes extraordinarios.
Anteriormente, el gobernador del banco central, Lee Chang Yong, había sugerido que la Administración debía movilizar entre 15 y 20 billones de wones en gasto fiscal para impulsar la economía y la demanda interna. Sin embargo, sus declaraciones se produjeron antes de que el Parlamento diera luz verde al presupuesto suplementario.
La opinión mayoritaria apunta a que un aumento de la inversión pública podría acarrear efectos secundarios, lo que ha generado debate en el ámbito político. Algunas voces abogan por poner en marcha nuevos fondos por un valor mínimo de 20 billones de wones, o incluso superior.