Corea del Norte ha criticado duramente la política de "flexibilidad estratégica" defendida por Estados Unidos en relación con la gestión de sus tropas en la península coreana, al considerar que responde únicamente al objetivo de mantener su hegemonía en la región de Asia-Pacífico.

Este concepto, impulsado por la Casa Blanca, contempla la posibilidad de movilizar a los soldados destacados en Corea en función de las condiciones cambiantes de seguridad, incluso más allá de las fronteras surcoreanas. No obstante, Pyongyang lo interpreta como una táctica encubierta de intervención militar que permitiría a Washington proyectar su poder en distintos conflictos bajo el pretexto de garantizar la estabilidad.

En un artículo de opinión difundido el martes 17 por la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte (KCNA), el régimen acusó a EEUU de intentar otorgar a sus fuerzas estacionadas en la península un estatus de "ejército regional", lo que convertiría a Corea del Sur en su principal base de operaciones militares en Asia-Pacífico. Según el texto, la implementación de la doctrina de "flexibilidad estratégica" transformaría el país en un puesto de avanzada determinante para los despliegues estadounidenses.