Estados Unidos ha manifestado su preocupación ante la decisión de Corea del Norte de enviar otros 6.000 efectivos a Rusia, entre los que se incluyen ingenieros militares y personal de construcción, para apoyar la ofensiva bélica rusa en la guerra de Ucrania.
En respuesta a consultas de medios surcoreanos, la portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, calificó el martes 17 de "inquietante" que Moscú continúe recurriendo a trabajadores y soldados norcoreanos para su operación militar. Según indicó, Washington considera grave no solo esta colaboración directa, sino también el hecho de que Pyongyang utilice estos destacamentos como una vía para obtener recursos financieros, lo que, a su juicio, aumenta su dependencia respecto al Kremlin.
Ese mismo día, el secretario del Consejo de Seguridad Nacional de Rusia, Serguéi Shoigú, se reunió con el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, en Pyongyang. Posteriormente, declaró a medios que el régimen ha acordado desplegar más tropas para labores de desminado en territorio ruso, así como para la reconstrucción de infraestructuras destruidas por ataques ucranianos.