El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dejado claro que no tiene intención de extender la tregua de 90 días en los aranceles recíprocos, que expira en una semana. Según ha anunciado, en los próximos días enviará notificaciones formales a los países afectados, entre ellos Japón, al que mencionó expresamente con críticas.
Trump se mostró escéptico respecto a la posibilidad de alcanzar un nuevo acuerdo comercial con Tokio y advirtió de que podría imponer gravámenes aún más elevados a las importaciones japonesas. Las nuevas tasas, según indicó, podrían oscilar entre el 30% y el 35%, muy por encima del 24% que entró en vigor el pasado abril.
Asimismo, volvió a exigir a Japón una mayor apertura de su mercado de arroz e insinuó que este gesto facilitaría la resolución de las tensiones comerciales bilaterales.
Mientras tanto, Corea del Sur observa con cautela el giro proteccionista de la Casa Blanca. El mercado surcoreano de arroz también ha sido señalado por Washington como una barrera no arancelaria, lo que sugiere que Seúl podría afrontar presiones similares en el futuro. A esta situación se suman otras demandas procedentes del sector privado estadounidense, como la eliminación de restricciones a las importaciones de carne de vacuno de más de 30 meses o los posibles aumentos en los precios de los medicamentos, factores que representan desafíos adicionales para la economía nacional.