El Senado de Estados Unidos aprobó el martes 1 (hora local), por un estrecho margen, el plan de recortes fiscales impulsado por el presidente Donald Trump, que recoge algunas de las principales prioridades de su agenda política.

El paquete legislativo contempla la extensión de las rebajas fiscales tanto en el impuesto sobre la renta de las personas físicas como en el de sociedades. Asimismo, elimina partidas presupuestarias de la Administración del exmandatario Joe Biden, como los subsidios para la atención sanitaria pública, y refuerza la financiación destinada a la construcción del muro fronterizo con México y a otras medidas para frenar la inmigración irregular.

Uno de los puntos que más debate generó fue el referido a los incentivos fiscales para la industria de los semiconductores. Aunque Trump se había mostrado contrario a la ley de chips, la presión ejercida por legisladores de los estados que albergarán nuevas plantas llevó a ampliar el crédito fiscal del 25% al 35%. Además, la norma prevé 39.000 millones de dólares en subvenciones directas para la construcción de fábricas, entre las que figuran compañías coreanas como Samsung Electronics y SK Hynix.

El Senado también dio luz verde a una enmienda que suprime los beneficios fiscales incluidos en la Ley de Reducción de la Inflación para la compra de vehículos eléctricos. De esta forma, el programa que otorgaba hasta 7.500 dólares por la adquisición de automóviles nuevos concluirá a finales de septiembre, más de siete años antes de diciembre de 2032, fecha estipulada inicialmente.

El proyecto deberá ser ahora sometido a una segunda votación en la Cámara de Representantes, donde el Partido Republicano cuenta con una ajustada mayoría de ocho escaños sobre el Partido Demócrata.