El Gobierno permanece atento a los trámites en curso en el Congreso de Estados Unidos relacionados con la actualización de la Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA) para 2026.
El interés especial de las autoridades radica en que el texto revisado contempla la prohibición de disminuir el número de soldados estadounidenses desplegados en la península coreana y de transferir el mando militar en tiempos de guerra a las Fuerzas Armadas de Corea del Sur, salvo que el Departamento de Defensa certifique previamente que dichas medidas son compatibles con la protección de los intereses nacionales de Estados Unidos. El interés se acentúa debido a que el Senado estadounidense avaló recientemente la nueva normativa mientras persisten las especulaciones sobre una posible reducción de tropas por parte de Washington.
No obstante, Seúl mantiene la máxima cautela a la hora de valorar el asunto, ya que aún está pendiente la aprobación definitiva de la ley tras el proceso de conciliación entre ambas cámaras legislativas para consensuar el texto final.