La Administración Meteorológica ha advertido de que las lluvias torrenciales que han azotado recientemente la zona central y sur del país podrían dejar de ser un fenómeno excepcional para convertirse en algo habitual. Según los expertos, este tipo de precipitaciones, que en el pasado se registraban aproximadamente una vez cada 200 años, están ocurriendo con una frecuencia cada vez mayor.
Entre los días 16 y 21 de julio, se batieron récords de precipitación en diez localidades de Corea del Sur. En la ciudad de Seosan, situada en la provincia de Chungcheong del Sur, la acumulación diaria superó los 400 milímetros, y en una sola hora llegaron a alcanzar 114,9 milímetros de lluvia.
Los meteorólogos señalan que desde 2020 se han producido lluvias torrenciales cada año y todo indica que su frecuencia sigue en alza. Las estadísticas de las últimas cinco décadas reflejan un claro cambio: en los años setenta se contabilizaban, de media, 8,4 días al año con precipitaciones superiores a 50 milímetros por hora. Esa cifra se ha triplicado en la década de 2020, con un promedio anual de 23,6 días.
Los especialistas atribuyen esta tendencia al cambio climático. En el contexto del este asiático, los efectos más visibles incluyen un aumento en la frecuencia de lluvias ciclonales y una mayor intensidad de las precipitaciones, derivada de un incremento en la concentración de vapor de agua en la atmósfera.