Corea del Norte ha suspendido sus operaciones de interferencia de ondas para bloquear emisiones de propaganda procedentes del extranjero. La decisión se produce pocos días después de que el Servicio Nacional de Inteligencia (NIS) de Corea del Sur cesara sus propias transmisiones de radio dirigidas a la población norcoreana.
Un alto cargo del Gobierno surcoreano detalló que de las frecuencias utilizadas habitualmente por el régimen de Pyongyang para estas tareas, diez han dejado de estar activas y solo dos o tres permanecen operativas.
La iniciativa es interpretada por Seúl como una posible respuesta equivalente al cese de las emisiones surcoreanas. Estas, a su vez, se suspendieron tras la medida adoptada por Pyongyang en enero de 2024, cuando interrumpió sus transmisiones propagandísticas de radio tras eliminar de su Constitución la expresión "reunificación del pueblo" y disolver las instituciones estatales dedicadas a políticas intercoreanas.
Según el funcionario, las emisiones de propaganda representan el símbolo más evidente del antagonismo ideológico entre las dos Coreas. En este sentido, subrayó que, mientras el Norte no retome dichas transmisiones, el Sur tampoco tiene intención de reanudarlas.