Estados Unidos ha cerrado acuerdos comerciales con Japón y la Unión Europea (UE), pero mantiene abiertas las negociaciones con otros tres o cuatro países, entre ellos Corea del Sur, Suiza y Taiwán.

Las autoridades estadounidenses advirtieron nuevamente que los aranceles recíprocos comenzarán a aplicarse el 1 de agosto sin posibilidad de retraso. Sin embargo, no descartaron futuros diálogos y señalaron que, incluso después de esa fecha, las naciones afectadas podrán mantener consultas con la Casa Blanca en cualquier momento.

Además, anticiparon que se anunciarán nuevos gravámenes vinculados a los semiconductores, amparados en la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial. Estas medidas suponen un desafío para el comercio exterior de Seúl, dado que los chips, junto con los automóviles, se encuentran entre los principales bienes que el país exporta al mercado estadounidense.

En un acuerdo previo, Washington pactó reducir del 30% al 15% los aranceles recíprocos sobre los bienes procedentes del mercado único europeo, a cambio de que Bruselas realizara una inversión de 600.000 millones de dólares en EEUU. De esta forma, las importaciones procedentes de la UE estarán sujetas a las mismas tasas que los productos japoneses.