La Oficina Presidencial ofreció el jueves 31 detalles sobre el acuerdo comercial alcanzado con Estados Unidos, que contempla una reducción al 15% de los aranceles a los productos surcoreanos, frente al 25% previsto inicialmente. Del mismo modo, las autoridades estadounidenses disminuirán hasta ese mismo porcentaje los gravámenes sobre los automóviles fabricados en Corea del Sur.

El jefe del gabinete presidencial para Política, Kim Yong Beom, explicó que el nuevo marco comercial sitúa a Seúl en condiciones equiparables a las de otros países que han renegociado sus términos con Washington. En lo relativo al comercio de semiconductores y bienes farmacéuticos, añadió que no enfrentará desventajas significativas, a pesar de las nuevas tarifas anunciadas por la Administración del presidente Donald Trump en sectores estratégicos.

Kim destacó como aspecto más relevante del pacto el compromiso bilateral para fortalecer la cooperación en la construcción naval. En ese sentido, informó sobre la creación de un fondo conjunto valorado en 150.000 millones de dólares destinado a fomentar la colaboración entre los astilleros surcoreanos —reconocidos por su tecnología avanzada en construcción, mantenimiento y reparación de buques— y las empresas estadounidenses del sector.

Asimismo, adelantó el establecimiento de un fondo adicional de inversión en EEUU, con participación de compañías coreanas punteras en industrias como los semiconductores, la energía nuclear, las baterías y la bioingeniería.

En lo que respecta a los productos agroalimentarios, el alto funcionario confirmó que, pese a la presión ejercida por la Casa Blanca para una mayor apertura del mercado al arroz y la carne de res, el Gobierno surcoreano ha decidido mantener las restricciones vigentes, priorizando la seguridad alimentaria y la protección del sector agrícola nacional, considerado especialmente sensible.