Las emisiones de gases de efecto invernadero en Corea del Sur disminuyeron apenas un 2% en 2024 respecto al año anterior, según estimaciones preliminares del Ministerio de Medio Ambiente. El país liberó en total 691,58 millones de toneladas de CO₂ equivalente, una reducción considerada insuficiente frente a los compromisos internacionales de descarbonización.
El sector eléctrico, que concentra alrededor del 30% del total, fue el que más aportó a la baja, con un descenso del 5,4%. La caída se debió principalmente a un desplome del 9,6% en la generación con carbón, mientras que la producción renovable aumentó un 8,6% y la nuclear, un 4,6%. De hecho, la energía atómica superó por primera vez al carbón como principal fuente de generación eléctrica.
En contraste, el sector industrial, responsable de casi el 40% de los gases liberados, registró un ligero incremento. Durante 2024 alcanzó los 285,9 millones de toneladas, un 0,5% más que en 2023.
Con estos resultados, la reducción acumulada entre 2018 y 2024 se sitúa en el 12,8%, aún lejos del objetivo fijado en el marco de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC), que exige un recorte del 40% para 2030. Para lograrlo, Corea del Sur deberá rebajar sus emisiones en al menos un 3,6% cada año.