El ex primer ministro japonés Yukio Hatoyama afirmó que los acuerdos firmados entre Estados no anulan los derechos individuales y subrayó que no puede considerarse que el Tratado de Relaciones Básicas de 1965 resolviera por completo las disputas históricas entre Corea del Sur y Japón.
El pacto, que contemplaba la entrega de 300 millones de dólares en donaciones y 200 millones en préstamos de Tokio a Seúl durante un periodo de diez años, ha sido utilizado durante décadas por el Gobierno nipón como argumento para dar por cerradas las reclamaciones relacionadas con el trabajo forzado y la esclavitud sexual a la que fueron sometidas mujeres coreanas durante la Segunda Guerra Mundial.
En una conferencia ofrecida el jueves 21 en la Universidad Woosuk, en la provincia surcoreana de Jeolla del Norte, tras recibir un doctorado honoris causa en Administración de Empresas, Hatoyama instó a Japón a revisar su postura sobre el tratado y a asumir una actitud más responsable hacia las víctimas.
El ex mandatario señaló asimismo la necesidad de que ambos países refuercen su colaboración ante la creciente rivalidad entre Estados Unidos y China. En este sentido, sostuvo que, si actúan de manera conjunta, ni Washington ni Beijing podrán ignorar sus posiciones, dado el peso de sus economías y capacidades militares.
No obstante, reconoció que las relaciones bilaterales han estado marcadas por la desconfianza en la última década y advirtió de que, sin una auténtica reconciliación en torno a los problemas históricos, la cooperación seguirá siendo meramente superficial.