El presidente Lee Jae Myung y su homólogo estadounidense, Donald Trump, celebraron el lunes 25 (hora local) una cumbre en Washington en la que abordaron principalmente dos cuestiones: Corea del Norte y la cooperación económica bilateral.
En lo referente a Pyongyang, Lee pidió a Trump mostrar mayor disposición para reanudar un diálogo directo con el líder norcoreano, Kim Jong Un. El dirigente estadounidense afirmó que, si se dan las condiciones adecuadas, estaría dispuesto a reunirse con Kim antes de que finalice el año. Además, recordó la "buena relación personal" que mantuvo con él durante su mandato y se mostró confiado en que habrá oportunidades para retomar el contacto si las partes están preparadas.
El terreno económico ocupó también un espacio relevante en el encuentro, especialmente en el ámbito de la industria naval. Lee subrayó que EEUU busca un "renacimiento" de sus sectores naval y manufacturero, y expresó su deseo de que el proceso contribuya a reforzar los intercambios con Corea del Sur. Trump coincidió en la importancia de esta colaboración y manifestó su esperanza de que, gracias al impulso surcoreano, la construcción naval recupere protagonismo en el país.
Ambos líderes también discutieron sobre la cooperación trilateral con Japón. Trump destacó que Tokio es un socio clave en este marco, aunque reconoció que persisten tensiones históricas con Seúl. Por su parte, Lee recalcó que es plenamente consciente de la importancia de esa asociación y aseguró que su Gobierno trabaja para superar las diferencias del pasado junto al Ejecutivo japonés.
Más escueto fue Trump en relación con la presencia militar estadounidense en la península coreana. Preguntado sobre la posibilidad de reducir el número de efectivos desplegados, se limitó a señalar que "por ahora" no desea tratar el asunto. No obstante, mencionó que los terrenos donde se ubican sus bases militares son cedidos en régimen de alquiler por Corea del Sur, y añadió que EEUU preferiría contar con su plena propiedad.