El consumo de alimentos y bebidas en los hogares surcoreanos atraviesa su peor contracción en casi una década, lastrado por la inflación y, en particular, por el encarecimiento de los productos frescos y procesados. Las condiciones climáticas desfavorables, como las intensas olas de calor y las lluvias torrenciales, han sido un factor determinante en esta tendencia.
Según datos de la Oficina Nacional de Estadística, entre abril y junio de 2025 el gasto mensual promedio en alimentos y bebidas no alcohólicas alcanzó los 420.000 wones por hogar, un 1,8% más que en el mismo periodo del año anterior. No obstante, una vez descontado el efecto de la inflación, el consumo real se redujo un 1% interanual, hasta situarse en torno a los 341.000 wones por hogar.
La principal causa de esta caída es el incremento del precio de los alimentos y bebidas, que en el segundo trimestre del año repuntó un 2,9%. Habitualmente, cuando se modera el gasto en productos alimentarios para el hogar suele aumentar el consumo en restaurantes. Sin embargo, esta vez la tendencia no se ha repetido. Entre abril y junio, el gasto medio de los hogares surcoreanos en comidas fuera de casa apenas subió un 0,2% respecto al año anterior, hasta los 353.000 wones.