El Gobierno estudia realizar una segunda emisión de cupones de consumo para estimular la demanda interna, aunque en esta ocasión su distribución se haría de manera selectiva. Según los debates en curso entre el Ejecutivo y el oficialista Partido Democrático, quedarían excluidos de este reparto los ciudadanos con un patrimonio superior a 1.200 millones de wones o con ingresos financieros anuales por encima de 20 millones de wones.
Las autoridades también evalúan la posibilidad de establecer criterios especiales en función de la composición de los hogares. En particular, barajan medidas específicas para los hogares unipersonales o aquellos con varios miembros que declaren ingresos, con el fin de evitar que resulten perjudicados por la aplicación de reglas universales.
En paralelo, se discute ampliar los lugares donde se podrán utilizar los vales, incluyendo un mayor número de establecimientos, entre ellos los gestionados por cooperativas de consumidores.