El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, celebraron el miércoles 3 una cumbre en Beijing, en el marco de su visita para asistir a los actos conmemorativos del 80º aniversario de la victoria de China sobre Japón.
Según informaron fuentes locales, Putin otorgó un significado especial al encuentro, al subrayar que se trataba de una reunión entre dos naciones que protagonizaron una "ardua lucha contra el nazismo, el fascismo y el militarismo". En particular, destacó el envío de tropas a territorio ruso por parte de Pyongyang y su participación en las llamadas operaciones de liberación de Kursk. El mandatario afirmó que el pueblo de su país "jamás olvidará la valentía y el heroísmo" de los soldados norcoreanos, ni el sacrificio realizado por ellos y sus familias.
Por su parte, Kim puso de relieve el acuerdo bilateral firmado con Moscú en junio de 2024. El dirigente señaló que, a partir de ese pacto, ambos Estados han logrado profundizar sus lazos en todos los ámbitos, incluido el militar, y aseguró que Corea del Norte está dispuesta a brindar todo el apoyo necesario como "pueblo hermano de Rusia".