Photo : US ATF Atlanta Field Division's Social Media X account
El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) y la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) de Estados Unidos llevaron a cabo el 4 de septiembre (hora local) una redada en la planta de baterías operada conjuntamente por las compañías surcoreanas Hyundai Motor Group y LG Energy Solution en el estado de Georgia. El control fue uno de los más masivos efectuados hasta la fecha dentro de la ofensiva migratoria impulsada por la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump.
La operación fue anunciada por la oficina de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) en la ciudad Atlanta, que participó junto con otras agencias federales y estatales, como la Administración de Control de Drogas (DEA) y la Patrulla Estatal de Georgia. Según informaron, alrededor de 450 migrantes indocumentados fueron arrestados, en su mayoría de nacionalidad surcoreana.
Entre los detenidos figuran también empleados de Hyundai, LG y de empresas colaboradoras que se encontraban en EEUU por motivos laborales. Las autoridades locales precisaron que muchos de ellos portaban visados de tipo B1, destinados a viajes de negocios o contratos, o autorizaciones electrónicas de viaje (ESTA), que no permiten realizar actividades laborales.
La redada movilizó a cientos de agentes federales. Gran parte de los arrestados fueron trasladados a un centro de detención del ICE en la ciudad de Folkston, en Georgia, para ser sometidos a interrogatorios adicionales.
Ante la magnitud del caso, el Consulado General de Corea del Sur en Atlanta informó de que se han puesto en marcha los procedimientos para conformar un equipo legal que represente a los afectados. Está previsto que los abogados designados se entrevisten con los detenidos en los próximos días.