La Administración estadounidense ha informado que está coordinando, a través del Departamento de Seguridad Nacional y el Departamento de Comercio, una respuesta conjunta a la reciente detención masiva de trabajadores surcoreanos por parte de las autoridades migratorias en el estado de Georgia.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, señaló el martes 9 (hora local) que esta medida forma parte de los esfuerzos del Gobierno para abordar cuestiones relacionadas con los visados de empleados extranjeros que trabajan en fábricas de compañías internacionales, entre ellas la planta de baterías operada conjuntamente por Hyundai Motor y LG Energy Solution en Georgia.
Según indicó, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoce la relevancia de la inversión extranjera en el país y entiende que muchas empresas necesitan trasladar personal altamente cualificado para garantizar la eficiencia de sus operaciones. No obstante, subrayó que también espera que generen empleo para ciudadanos estadounidenses y promuevan la contratación local.
En este sentido, Leavitt afirmó que el Ejecutivo busca adoptar una postura "equilibrada y responsable", en la que trabajadores extranjeros y estadounidenses puedan colaborar, formarse mutuamente y compartir conocimientos.
Trump ya se había pronunciado sobre este incidente el 7 de septiembre a través de la red social Truth Social. En su mensaje, dio la bienvenida a la inversión de las compañías coreanas y manifestó su apoyo a que estas puedan traer de manera legal a profesionales altamente especializados, con gran capacidad técnica, para producir bienes de clase mundial. Asimismo, aseguró que su Gobierno agilizará los procesos legales necesarios para que dichos trabajadores puedan ingresar en el país sin contratiempos.