Los 330 empleados que habían sido detenidos en la planta de baterías operada conjuntamente por las compañías surcoreanas Hyundai Motor Group y LG Energy Solution en el estado de Georgia, en Estados Unidos, regresaron el viernes 12 a Corea tras permanecer ocho días bajo custodia.
El vuelo chárter KE9036 de la aerolínea Korean Air aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Incheon a las 3:23 de la tarde, después de un trayecto de unas 15 horas desde la ciudad de Atlanta.
Entre los pasajeros se encontraban 316 trabajadores surcoreanos y 14 de otras nacionalidades: diez chinos, tres japoneses y un indonesio.
LG Energy Solution informó de que a estos 14 ciudadanos extranjeros se les proporcionará alojamiento temporal y billetes de avión para facilitar su retorno a sus países de origen.