El secretario de Energía de Estados Unidos, Christopher Wright, anunció el miércoles 24 (hora local) que mantiene conversaciones con empresas de varios países para explorar su posible participación en el proyecto Alaska LNG, una iniciativa multimillonaria destinada a construir un gasoducto y una planta de gas natural licuado (GNL) en el extremo noroeste de América del Norte.
Wright explicó que los contactos se centran especialmente en compañías asiáticas, principalmente japonesas y coreanas, dado que el objetivo es facilitar el transporte de GNL desde la región de North Slope, en el estado de Alaska, hasta los mercados de Asia. El responsable estadounidense subrayó que la infraestructura permitiría suministrar gas a precios más competitivos que los de cualquier otra terminal de exportación en el mundo.
El plan prevé levantar un gasoducto que conecte las reservas de gas de la bahía de Prudhoe con el puerto libre de hielo más cercano a la ciudad de Anchorage, desde donde se exportaría a Asia. La inversión inicial se calcula en unos 45.000 millones de dólares e incluye la construcción de un conducto de aproximadamente 1.297 kilómetros de longitud y una planta de licuefacción.
Entre las empresas coreanas, Posco es la que ha mostrado mayor interés. La siderúrgica ya ha firmado un acuerdo preliminar con la firma Glenfarne, que lidera el proyecto como inversor privado junto con la estatal Alaska Gasline Development Corporation (AGDC).