Corea y Estados Unidos celebraron en Washington la primera reunión del grupo de trabajo sobre visados, en la que acordaron medidas destinadas a evitar incidentes como la reciente detención de cientos de ciudadanos coreanos en el estado de Georgia.
Según informó el Ministerio de Relaciones Exteriores, ambas partes definieron con mayor claridad el alcance de la visa B-1, que podrá emplearse para la instalación, inspección y mantenimiento de equipos adquiridos en el extranjero dentro de proyectos de inversión en EEUU. También se confirmó que estas mismas actividades pueden realizarse mediante la autorización electrónica de viaje ESTA.
Además, a lo largo de octubre se abrirá en la Embajada de EEUU en Seúl una ventanilla especial para atender y gestionar consultas de empresas coreanas sobre visados.
Durante el encuentro, el subsecretario de Estado estadounidense, Christopher Landau, aseguró que Washington adoptará medidas para que las compañías coreanas no enfrenten obstáculos en sus inversiones. Sin embargo, advirtió de que existen limitaciones legales que dificultan resolver de inmediato algunos de los problemas planteados.
Ambos Gobiernos coincidieron en la necesidad de mantener un canal de diálogo constante y acordaron celebrar una nueva reunión en un futuro próximo para continuar con las consultas sobre visados.