La congestión vehicular empezó a aumentar de forma notable desde el mediodía del lunes 6, día del Chuseok, debido a los desplazamientos por las fiestas, sobre todo por las visitas a las tumbas de los ancestros que son una tradición de estas festividades.
Así, hacia las 12:30 de la tarde el viaje entre Seúl y Busan tardaba unas 9 horas y 50 minutos, unas cuatro horas y media más de lo habitual, y entre Seúl y Gangneung -en la costa noreste- aproximadamente 6 horas, unas tres horas más de lo normal.
La Corporación Coreana de Autopistas estima un flujo vehicular de 6.670.000 automóviles sobre las principales carreteras del país durante el día, hasta la medianoche del lunes.