Los restos del estudiante universitario coreano asesinado en Camboya tras haber sido torturado por una organización criminal local llegaron a Corea el martes 21. El vuelo que transportaba el féretro aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Incheon a las 8:04 de la mañana, 74 días después de que el cuerpo fuera hallado el pasado 8 de agosto.
El cadáver, que fue objeto de una autopsia conjunta realizada por las autoridades policiales de ambos países, será trasladado en primer lugar a la Agencia de Policía Provincial de Gyeongsang del Norte, región en la que residía la víctima, antes de ser entregado a su familia.
En la autopsia practicada en Nom Pen participaron, por parte de Corea, el responsable de investigación forense de la Agencia Nacional de Policía, el jefe de investigaciones de la Policía Provincial de Gyeongsang del Norte, tres médicos del Servicio Forense Nacional y un fiscal del Departamento de Asuntos Penales Internacionales del Ministerio de Justicia.
Según las investigaciones efectuadas hasta el momento, el estudiante viajó a Camboya el 17 de julio. Había informado a su familia de que asistiría a una feria internacional, pero posteriormente fue secuestrado por una organización criminal local y hallado muerto el 8 de agosto en el interior de un vehículo, aproximadamente dos semanas después de desaparecer.
La Policía local detectó en el cuerpo múltiples hematomas y heridas compatibles con torturas. Las causas exactas de la muerte serán determinadas una vez concluyan las investigaciones aún en curso, así como los exámenes adicionales que la Policía coreana realizará en los próximos días, entre ellos una prueba toxicológica y una biopsia.