Corea del Norte ha condenado las ofrendas y visitas realizadas por dirigentes políticos japoneses al santuario Yasukuni, ubicado en Tokio. El lugar honra a los caídos en guerra, entre ellos catorce criminales de guerra de clase A.
A través del diario 'Rodong Sinmun', órgano oficial del Partido de los Trabajadores, el régimen norcoreano criticó con dureza la conducta de varios políticos japoneses, en especial la de los legisladores en activo que acudieron personalmente al santuario y la del primer ministro, Shigeru Ishiba, quien envió una ofrenda ritual.
El medio subrayó que rendir homenaje a criminales de guerra procesados y ejecutados por el Tribunal Penal Militar Internacional para el Lejano Oriente constituye "un grave desafío y una burla a la justicia mundial".
Asimismo, el diario advirtió de la "peligrosidad" de las actuales intenciones de rearme de Japón y afirmó que las visitas a Yasukuni no son una simple muestra de nostalgia por el pasado, sino una "manifestación de ambiciones invasoras y militaristas".