Kim Yong Nam, expresidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Suprema de Corea del Norte y uno de los principales dirigentes del país durante varias décadas, falleció el lunes 3 a los 97 años de edad, según informó la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte (KCNA). La causa de la muerte fue una disfunción multiorgánica.

El medio estatal publicó el martes 4 un extenso reportaje en el que destacó la trayectoria del veterano político, al que describió como "revolucionario" y como una figura clave en la consolidación del Partido de los Trabajadores y en el desarrollo de la nación.

Kim Yong Nam desempeñó un papel central en la política exterior del régimen y formó parte de la cúpula norcoreana mientras el poder pasaba de Kim Il Sung, fundador del país, a su hijo Kim Jong Il y posteriormente a su nieto, el actual líder, Kim Jong Un. Su carrera diplomática comenzó junto al propio Kim Il Sung y logró mantenerse en los más altos niveles del aparato estatal pese a los cambios de liderazgo y a las sucesivas purgas políticas.

El veterano dirigente se retiró de la vida pública en 2019, a los 91 años, un año después de encabezar la delegación norcoreana que asistió a los Juegos Olímpicos de Invierno de PyeongChang 2018. En aquella ocasión visitó Corea del Sur acompañado por Kim Yo Jong, hermana de Kim Jong Un, y mantuvo un encuentro con el entonces presidente surcoreano, Moon Jae In.