El presidente Lee Jae Myung ha alertado sobre el aumento de la discriminación, el racismo y el discurso de odio en la sociedad surcoreana, y ha hecho un llamamiento a institucionalizar las sanciones contra este tipo de conductas.
Durante la reunión del Gabinete celebrada el martes 11, Lee declaró que se están multiplicando las prácticas discriminatorias y los discursos de odio que exceden los límites amparados por la libertad de expresión. Subrayó que estos comportamientos constituyen, en efecto, delitos que deben ser castigados conforme a la ley.
En este contexto, instó a la Policía a reforzar la vigilancia y el control sobre las personas o grupos que incurran en tales actos, especialmente durante manifestaciones multitudinarias que se realizan bajo eslóganes agresivos, como las recientes protestas contra China.
El mandatario también se refirió a los objetivos nacionales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. A este respecto, reconoció que existen discrepancias en torno a su aplicación, aunque recalcó que dichos esfuerzos son imprescindibles para avanzar hacia la neutralidad de carbono.