Japón muestra crecientes aspiraciones de dotarse de submarinos de propulsión nuclear, un objetivo que contrasta con el avance de Corea del Sur, actualmente inmersa en el desarrollo de su propio modelo.

Esta intención quedó patente el miércoles 12 durante una sesión de control en la Dieta Nacional, cuando el ministro de Defensa japonés, Shinjiro Koizumi, afirmó que resulta "natural" que el país considere la posibilidad de contar con este tipo de submarinos, dado que Estados Unidos y China ya los operan, mientras que Corea del Sur y Australia planean desarrollar los suyos.

Las palabras de Koizumi adquieren aún mayor relevancia a la luz de las declaraciones realizadas el pasado 24 de octubre por la nueva primera ministra nipona, Sanae Takaichi, en su primer discurso ante el Parlamento. En aquella ocasión, adelantó que impulsará la reforma de los tres documentos fundamentales de la política de defensa japonesa —la Estrategia de Seguridad Nacional, la Estrategia de Defensa Nacional y el Programa de Refuerzo de la Defensa— con el fin de fortalecer de manera sustancial las capacidades militares de Japón.

Aunque por ahora no se han dado detalles explícitos, esta revisión podría implicar cambios de gran calado en los llamados "tres principios sobre armas nucleares", que establecen la prohibición de poseer, producir o permitir la introducción de armamento nuclear en territorio japonés.