Corea del Sur deberá asumir desde ahora parte de los costos de desarrollo y producción de las armas que compre a Estados Unidos. Esto significa que aumentará la carga financiera del país para adquirir armamento estadounidense.
El cambio se debe a que la Casa Blanca revocó la exención del coste no recurrente. Este concepto incluye los gastos que los contratistas de defensa de Estados Unidos realizan al desarrollar y producir armamento y que la Administración de Washington obliga a compartir a los países que compran determinadas armas o equipos militares. Los medios surcoreanos informaron que Estados Unidos ya había notificado de ello a Seúl en agosto.
Al respecto, una fuente del Gobierno coreano afirmó que a partir de ahora si el país compra armas estadounidenses, deberá pagar un importe relacionado con el coste no recurrente. No obstante, señaló que esta nueva norma no se aplicará a los contratos de adquisición de armamento ya firmados.