El Gobierno ha reaccionado con rapidez ante la decisión de Canadá de rebajar el límite de productos siderúrgicos coreanos que pueden entrar en su mercado sin arancel y de aplicar un gravamen del 25% a las importaciones de derivados del acero.
El Ministerio de Industria y Comercio informó de que, el lunes 1, el viceministro adjunto de Comercio, Park Jung Sung, se reunió en Seúl con la viceministra adjunta de Innovación, Ciencia y Desarrollo Económico de Canadá, Alexandra Dostal, de visita oficial en Corea.
Según el ministerio, Park trasladó a Dostal la decepción del Ejecutivo ante el giro proteccionista de la política comercial de Ottawa en el sector del acero. El pasado 26 de noviembre, el Gabinete del primer ministro canadiense, Mark Carney, anunció cambios en el contingente arancelario. Señaló que reduciría del 100% al 75% la cuota de importaciones de acero a arancel bajo o nulo procedentes de países con los que mantiene acuerdos de libre comercio —entre ellos Corea del Sur— y que impondría un gravamen del 25% a los productos derivados. Esto supone que los bienes siderúrgicos coreanos que superen ese 75% deberán pagar una tasa del 50% para acceder al mercado canadiense.
Park advirtió de que la medida podría interpretarse como una vulneración del derecho comercial internacional, además de contradecir los principios que defiende el Grupo de Ottawa, una iniciativa impulsada por Canadá en 2018 para promover el multilateralismo basado en los marcos y normas de la Organización Mundial del Comercio.
En 2024, Corea exportó a Canadá unas 620.000 toneladas de acero, por un valor de 780 millones de dólares, lo que convirtió al país norteamericano en el decimocuarto mayor destino de los productos siderúrgicos coreanos.