El presidente del Tribunal Supremo, Jo Hee De, afirmó que la reforma judicial debe llevarse a cabo con cautela y tras un debate público suficiente.
Jo señaló que es plenamente consciente de las preocupaciones existentes sobre el poder judicial. Sus declaraciones se produjeron durante un almuerzo celebrado el miércoles 3 en la Oficina Presidencial, al que asistieron varias personas invitadas por el presidente Lee Jae Myung con motivo del primer aniversario del incidente relacionado con la ley marcial del 3 de diciembre.
Asimismo, indicó que no todos están de acuerdo con las decisiones judiciales, pero subrayó que los veredictos se adoptan tras una deliberación adecuada y se ajustan al sistema judicial de tres niveles estipulado por la Constitución y la ley, lo que, a su juicio, garantiza su legitimidad y credibilidad.
Se considera que Jo expresó su postura con cautela ante las reformas impulsadas por el gobernante Partido Democrático, que incluyen la creación de un tribunal especializado en asuntos de ley marcial y el aumento del número de jueces del Tribunal Supremo.