El presidente Lee Jae Myung enfatizó el martes 9, durante una reunión de Gabinete, que las entidades religiosas que intervengan indebidamente en la política o incurran en acciones antijurídicas deben ser sancionadas. Reiteró así la postura manifestada el pasado 2 de diciembre, cuando solicitó al Consejo de Ministros analizar si es posible ordenar por ley la disolución de organizaciones de culto que violen el principio de separación entre la religión y el Estado.
Lee afirmó que, del mismo modo que los particulares son penados por acciones delictivas o antisociales, las personas jurídicas, incluidas órdenes o fundaciones religiosas, deben ser disueltas si cometen actos censurables que transgredan las leyes o la Constitución.
En relación con esta posición del presidente, el ministro de Legislación Gubernamental, Cho Won Cheol, declaró que todo depende de cómo se interprete el artículo 38 del Código Civil, que estipula que la licencia de una persona jurídica puede ser revocada o invalidada en caso de detectarse actividades que vulneren sus objetivos iniciales o perjudiquen el bien público.
El mandatario también se refirió a las reformas que impulsa en materia de regulación, así como al sistema nacional de pensiones y al mercado laboral. Recalcó que el cambio es necesario y debe acometerse, pese a las resistencias, porque en toda reforma siempre hay sectores que se oponen.