La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó por vigésimo primer año consecutivo una resolución sobre la situación de los derechos humanos en Corea del Norte.
El texto fue adoptado por consenso, sin necesidad de votación, durante una sesión plenaria celebrada el jueves 18 (hora local) en la sede de la ONU, en Nueva York. La iniciativa contó con el copatrocinio de 61 países, entre ellos Corea del Sur, Estados Unidos y Japón.
La resolución manifiesta una "profunda preocupación" por la situación de los derechos humanos en el país, así como por la "persistente cultura de impunidad" y la ausencia de mecanismos de rendición de cuentas por las violaciones cometidas. Asimismo, condena el desvío de recursos nacionales hacia el gasto militar y los programas ilegales de armas nucleares y misiles balísticos, en detrimento del bienestar de la población norcoreana.
El documento subraya la importancia del diálogo y el compromiso, incluidos los esfuerzos diplomáticos y el diálogo intercoreano, y exhorta a Pyongyang a crear las condiciones necesarias para el regreso del personal internacional y humanitario. Además, insta a los Estados miembros y a los organismos de la ONU a reforzar el apoyo a la sociedad civil con el fin de mejorar la situación de los derechos humanos en Corea del Norte.