El fiscal especial a cargo del caso por la fallida imposición de la ley marcial presentó el viernes 26 sus alegatos finales en el juicio contra el expresidente Yoon Suk Yeol y solicitó al tribunal una pena total de 10 años de prisión, al considerar que sus actos dañaron gravemente el orden jurídico del país.
En concreto, el equipo de la fiscalía pidió cinco años de cárcel por el cargo de obstrucción a la detención; tres años por vulnerar el derecho de deliberación y decisión de los ministros en relación con la reunión del Consejo de Estado durante la declaración de la ley marcial; y dos años por la presunta elaboración de una proclamación falsa de la ley marcial.
De los siete casos por los que fue procesado el exmandatario, esta es la primera ocasión en que el ministerio público presenta formalmente una solicitud de condena.
Al exponer los fundamentos de la acusación, el fiscal especial sostuvo que el acusado, lejos de mostrar arrepentimiento, intentó ocultar la ilegalidad de sus actos y no respetó los mecanismos de control previstos en la Constitución, lo que, según la acusación, provocó un grave deterioro del orden legal y una profunda herida entre los ciudadanos que lo eligieron presidente.
El veredicto de primera instancia está previsto para el 16 de enero del próximo año.