El nuevo libro de Bob Woodward, periodista estadounidense famoso por destapar el escándalo Watergate, es actualmente motivo de intensa polémica. Principalmente, porque revela aspectos desconocidos de la política del Gobierno estadounidense sobre Corea del Norte, y pone de relieve que muchas administraciones de Washington trazaron medidas contra los misiles de Pyongyang. 

El libro relata cómo en septiembre de 2016, el entonces presidente estadounidense Barack Obama ordenó estudiar si la amenaza nuclear norcoreana podría ser disipada mediante un ataque militar. Este dato contrasta con lo que comúnmente se asociaba al Gobierno de Obama, al pensar que descuidaba el asunto nuclear norcoeano en base a su política de "paciencia estratégica". 

Detalla que el Pentágono y las instituciones de inteligencia de Estados Unidos analizaron que sería posible destruir el 85% de las instalaciones nucleares de Corea del Norte, si bien la única forma de eliminar las armas nucleares de ese país sería movilizando tropas terrestres. Sin embargo, el presidente Obama anuló el plan de ataque preventivo a Corea del Norte pues los informes aseguraban que Pyongyang podría contraatacar con armas nucleares.