La ministra de Exteriores Kang Kyung Wha declaró el jueves 22 que barajan diversas opciones para usar los 1.000 millones de yenes que el Gobierno japonés aportó a la Fundación para la Reconciliación y la Cura para las víctimas de la esclavitud sexual.
La canciller puntualizó que en adelante podría surgir la necesidad de hablar con las autoridades niponas al respecto, si bien por ahora las alternativas serían devolver los 1.000 millones de yenes al Gobierno de Japón, o bien usarlos para apoyar el movimiento de la comunidad internacional en pro de los derechos de la mujer.
Sin embargo, la administración de Seúl se inclina por descartar la devolución, pues dicho gesto podría provocar a Tokio, que consideraría directamente como una ruptura del acuerdo intergubernamental de 2015 sobre las víctimas de la esclavitud sexual.
En cuanto a la exaltada reacción de Japón sobre la disolución de la fundación para las esclavas sexuales, Kang expresó que lo mejor en situaciones delicadas es evitar dar respuestas excesivas o igualmente susceptibles.