El martes 4, tras finalizar la cumbre con Jacinda Ardern, primera ministra de Nueva Zelanda, el presidente de la nación Moon Jae In emprendió viaje de regreso a Seúl.
Durante la cumbre celebrada en Auckland, ambos líderes coincidieron en calificar el TLC entre Corea del Sur y Nueva Zelanda, que entró en vigor en 2015, de sólida base institucional para promover el comercio y la inversión bilateral, y acordaron impulsar más proyectos de cooperación en agricultura e infraestructuras.
En tanto, durante el encuentro que mantuvo en Praga con el primer ministro Andrej Babis, el presidente Moon Jae In solicitó a la República Checa considerar la entrada de empresas coreanas en los proyectos de construcción de centrales nucleaes que impulsa dicho país europeo.
Mientras, en Buenos Aires, Argentina, país anfitrión de la Cumbre del G20, el mandatario surcoreano mantuvo diversas reuniones al más alto nivel, para dar a conocer los esfuerzos de su administración por instaurar la paz en la península coreana, así como su visión de país inclusivo. Concretamente, en la cumbre con Donald Trump, ambos coincidieron en que la visita del líder norcoreano Kim Jong Un a Seúl sería una buena ocasión para instaurar la paz en la península coreana.