A fin de evitar la entrada de la peste porcina africana al país, el Gobierno incrementará el control de aquellos cerdos que se alimentan de sobras de comida de humanos.
El Ministerio de Agricultura, Alimentos y Asuntos Rurales y el Ministerio de Medio Ambiente anunciaron el miércoles 22 que las granjas que usan sobras de comida para alimentar a los animales serán inspeccionadas más de dos veces al mes, principalmente para comprobar si las sobras se recalientan a más de 80ºC por al menos 30 minutos antes de ser consumidas por los animales, o si estos presentan síntomas anormales. Los infractores serán multados con hasta 20 millones de wones.
Según informan, un 1% del total de los cerdos criados en el país consumen sobras humanas, un tipo de alimentación que el Gobierno intenta erradicar entre sus propietarios, al tiempo de impulsar una Ley de Gestión de Residuos para prohibir el uso de sobras alimenticias para dicho fin.