El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, reveló el martes 11 durante un encuentro con la prensa en la Casa Blanca antes de viajar al Estado de Iowa, que el día anterior había recibido una "preciosa carta" de Kim Jong Un, si bien no detalló el contenido.
Al respecto, el mandatario de Washington dijo que "algo iba a suceder entre ambos países que favorecerá la relación bilateral". Añadió que desde hace tiempo no hay pruebas balísticas ni nucleares importantes, y Pyongyang ha devuelto a los rehenes y también los restos mortales de soldados estadounidenses caídos durante la Guerra de Corea. Nuevamente enfatizó el enorme potencial de Corea del Norte por su ubicación estratégica, al compartir frontera con Rusia, China y Corea del Sur.
Previamente, el asesor de Seguridad estadounidense John Bolton, fue preguntado sobre una posible tercera cumbre entre Pyongyang y Washington, durante un evento de gerentes financieros organizada por el diario Wall Street Journal, y respondió que Estados Unidos estará listo para celebrarla cuando Corea del Norte esté preparado.
Añadió que Trump propuso a Kim una positiva visión del futuro económico de su país y dejó abierta la puerta a negociar, resaltando que el dirigente norcoreano debería desistir de su ambición nuclear.