La primera "protesta de los miércoles", tras la imposición de restricciones por parte de Japón sobre las exportaciones a Corea, que desde hace años se celebra frente a la Embajada de Japón en Seúl a favor de las víctimas de esclavitud sexual en tiempos de guerra, tuvo lugar el miércoles 10 a las 12 de la mañana.
Al igual que otros miércoles, en la edición Nº1.395 de la protesta, los participantes urgieron a la Administración de Shinzo Abe ofrecer una sincera disculpa y una debida indemnización a las víctimas.
Pero además condenaron fuertemente las represalias económicas de Japón tras un fallo de la Justicia surcoreana que ordena a ciertas compañías niponas a pagar una indemnización a varios surcoreanos explotados laboralmente durante el periodo colonial.
A ese tenor, instaron al Ejecutivo de Tokio a reconocer los crímenes de guerra cometidos por las empresas de su país, y a hacer que estas cumplan con sus obligaciones jurídicas.