La Comisión Nacional de Derechos Humanos de Corea ha solicitado a la Fiscalía que investigue la sonada deserción de 13 norcoreanos a Corea del Sur en 2016.
En abril de dicho año, la Administración de la entonces presidenta Park Geun Hye divulgó el caso como una “deserción masiva” apenas días antes de las elecciones legislativas, clave para su formación política, sin considerar los posibles riesgos para los desertores.
Pero tras conocer los detalles del caso, ahora acusan a los servicios de espionaje surcoreanos de orquestar dicha operación para que la Administración de Park se adjudicara "ese logro" justo antes de los comicios.
Tras realizar una exahustiva investigación durante un año, la Comisión Nacional de Derechos Humanos descubrió que la Secretaría de Seguridad de Presidencia fue quien ordenó divulgar el caso a los medios. Al considerar que vulnera la Ley del Servicio Nacional de Inteligencia y la Ley de Privacidad, ha elevado una petición oficial al fiscal general para investigar los hechos.
No obstante, ante la sospecha de que tras la operación podría estar el Gobierno surcoreano, concluyó que la falta de pruebas impide una verificación.
En 2016 un grupo de norcoreanos, encargado y 12 empleadas de un restaurante en Ningbo, ciudad portuaria oriental china, desertó en masa a Corea del Sur. Posteriormente, los desertores dijeron que fueron engañados y amenazados por el Servicio de Intelignecia surcoreano para ser llevados a Seúl.