Desde 1988 hasta agosto del presente año se registraron un total de 133.353 solicitantes de reunión de las familias separadas por la división nacional. No obstante, un 59,6% -concretamente 79.466 personas- han fallecido sin poder encontrarse con sus familiares, según el Ministerio de Reunificación.
Ante este escenario, el Gobierno surcoreano ha reconocido la urgencia de resolver el problema de las familias separadas como una prioridad nacional, y ha explicado que está concretando esfuerzos para implementar la Declaración Conjunta de Pyongyang.
El último reencuentro de las familias separadas tuvo lugar en agosto de 2018, por primera vez en tres años, al crearse el clima de reconciliación intercoreana. Entonces, las dos Coreas acordaron abrir un centro de contacto permanente para las familias separadas así como permitir reuniones por videoconferencias. Sin embargo, no ha habido progresos sustanciales tras la fallida Cumbre de Hanói.