El Gobierno surcoreano condenó el lunes 16 los ataques contra dos instalaciones petrolíferas en Arabia Saudí, expresando su preocupación por toda agresión o amenaza similar que afecta a la seguridad energética y la estabilidad regional.
Seúl dijo prestar especial atención a los anuncios de las autoridades sauditas, que dieron a conocer que la planta desulfurizadora de Abqaiq y el campo petrolífero de Khurais fueron atacados con drones, afectando gravemente a la producción de crudo.
Arabia Saudí alega que los ataques fueron realizados por rebeldes hutíes yemeníes pro Teherán, mientras que Estados Unidos los atribuye directamente a Irán.