Después de reportar un primer caso de fiebre porcina africana el martes 17 en Paju, Gyeonggi, el Gobierno surcoreano activó la alerta máxima y ha designado seis localidades de esa provincia como "zonas de máximo control".
Así, los criadores de cerdos de localidades como Pocheon, Dongducheon, Gimpo, Cheorwon, entre otras, no podrán sacar a los animales de las granjas durante tres semanas, salvo los mataderos previamente designados por las autoridades.
Durante ese plazo también han restringido el acceso a los criaderos porcinos de Gyeonggi y de Gangwon, a toda persona salvo veterinarios y distribuidores de pienso, al tiempo de reforzar la cuarentena y las tareas higiene y desinfección.
La peste porcina africana posee una mortandad del 100% y su propagación solo puede evitarse sacrificando a los animales de lugares afectados y mediante un exhaustivo proceso de cuarentena, al no haber vacuna ni antídoto contra esa patología animal.
Según informan, dicho virus no se transmite por el aire ni afecta a los humanos, y la carne de animales no infectados no presenta riesgo en caso de consumirla bien hecha.