Los partidos políticos mostraron reacciones totalmente contrapuestas ante la dimisión del ministro de Justicia, Cho Kuk.
La cúpula dirigente del partido oficialista, The Minjoo, lamentó que Cho renunciara al cargo, alegando que su dimisión es resultado de una injusta ofensiva política por parte de la oposición.
Asimismo, se comprometió a impulsar la reforma de la Fiscalía en base a los cimientos establecidos por Cho, al tiempo de presionar al partido conservador con votar el proyecto de la reforma en la sesión plenaria de la Asamblea Nacional del 29 de octubre.
El principal partido opositor, Libertad Corea, por su parte, evaluó la dimisión del ministro de Justicia como una "victoria de los ciudadanos", además de advertir que el presidente Moon Jae In debería asumir cierta responsabilidad.
La formación conservadora también expresó su rechazo a la reforma de la Fiscalía orquestada por Ejecutivo y oficialismo, al recordar que lo prioritario es llegar a un consenso entre partidos al respecto, y que el voto para la aprobación parlamentaria debería ser postergado.