A medida que se acerca la fecha límite del GSOMIA aumentan las discrepancias entre oficialismo y oposición.
Lee Hae Chan, representante del oficialismo, explicó que si bien dicho intercambio de información militar confidencial es importante, no es imprescindible. Destacó que Corea del Sur no puede compartir información sensible con Japón pues este país no le considera como "fiable", argumento que usó el Gabinete Tokio para restringir el envío de ciertos materiales y exportaciones de Japón a Corea.
En tanto, el principal partido opositor Libertad Corea calificó la supresión del GSOMIA como una maniobra de autodestrucción y amenaza para el pueblo coreano, y exigió al Gobierno reconsiderar su decisión. En concreto, Hwang Kyo Ahn, líder de la formación que se mantiene en huelga de hambre por este tema, afirmó que la alianza entre Corea y Estados Unidos está "al borde del precipicio".
Mientras, el dirigente del partido Futuro Bareun, Sohn Hak Gyu, matizó que el Ejecutivo ha de esforzarse por llegar a un acuerdo con Tokio sobre el tema de los coreanos forzados a trabajar en empresas niponas en tiempos de guerra, al ser el origen del problema que desató el conflicto comercial entre ambos países.