El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, urgió el martes 10 al dirigente norcoreano Kim Jong Un a cumplir su promesa de no realizar más ensayos nucleares y de misiles de largo alcance. 

Pompeo mostró así la postura oficial de Washington sobre las recientes provocaciones de Pyongyang, al ser preguntado al respecto en rueda de prensa tras reunirse con Sergei Lavrov, el ministro de Exteriores ruso.

En base a la coyuntura actual, su comentario buscaba persuadir y también presionar a Corea del Norte, enfatizando que el líder del regimen, Kim Jong Un, debería mantener su palabra y no incumplir su promesa. 

El secretario de Estado aludió asimismo a las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU contra Pyongyang y recalcó que siguen en vigor. Como ejemplo, mencionó las últimas medidas adoptadas por Rusia para expulsar a trabajadores norcoreanos de su territorio.