Según anunció el Gobierno el día 11, Estados Unidos restituirá pronto los predios de 4 bases estadounidenses en Corea, al tiempo de iniciar las consultas para devolver el terreno sobre el que fue instalada la base militar de Yongsan, según acordaron durante la reunión Nº 200 del comité a cargo del Acuerdo sobre el Estatus de las Fuerzas Estadounidenses en Corea del Sur (SOFA). 

Así, de modo inmediato devolverán los terrenos del campo de tiro Shea, y las bases de Camp Eagle, Camp Long y Camp Market, previamente clausuradas entre diciembre de 2010 y febrero de 2015.

Las autoridades de Seúl y Washington acordaron retornar los terrenos de esas bases militares estadounidenses en Corea, a cambio de seguir negociando para reforzar la gestión ambiental de las bases estadounidenses y reformar el acuerdo SOFA, tal como solicita Corea del Sur.

Los procedimientos para la devolución de esos terrenos fueron definidos en 2010, pero el proceso sufrió grandes retrasos por la enorme discrepancia de opiniones entre Seúl y Washington sobre los estándares de contaminación y el coste de limpiar esos contaminantes.  

En cuanto a la restitución del terreno que ocupa la base militar de Yongsan, el Gobierno surcoreano explicó que acordaron iniciar el procedimiento lo antes posible, para dar paso a la creación del Parque de Yongsan, tal y como estableció el plan de 2005, considerando que Estados Unidos ya casi ha finalizado el traslado de instalaciones a Pyeongtaek.