Corea del Sur y Estados Unidos celebraron entre el 14 y el 15 de enero la sexta ronda de negociaciones para actualizar el Acuerdo especial de Reparto de gastos de defensa, la primera tras expirar la décima versión de ese pacto a finales de 2019.
Aunque por ahora no hay detalles del encuentro, se sabe que intentaron armonizar posturas, aunque mantienen las discrepancias sobre el reparto de gastos de defensa combinada.
Pero el escenario es complejo, pues Washington exige a Seúl que asuma el coste de desplegar efectivos y equipos militares estadounidenses en la península coreana y en el exterior.
En tanto, el Gobierno surcoreano insiste en mantener el marco actual del Acuerdo especial, donde su aportación solo asume el salario del personal surcoreano contratado por el Ejército de Estados Unidos y los costes de construcción de instalaciones militares de esas fuerzas.