Washington ha expresado su apoyo al embajador estadounidense en Seúl, Harry Harris, pese a existir una fuerte controversia en Corea del Sur por una alocución que podría ser interpretada como una injerencia en ejercicio de la soberanía del Estado surcoreano. 

Al respecto, el Departamento de Estado expresó el domingo 19 su máxima confianza en el embajador Harris, así como en su esfuerzo por reforzar la alianza Corea del Sur-Estados Unidos y representar al presidente Donald Trump. Agregó que nadie, incluyendo a Harris, cuestiona o busca limitar la soberanía nacional de Corea del Sur, aunque eludieron hacer comentarios directos sobre las críticas surgidas contra las recientes declaraciones del embajador estadounidense, tanto del Gobierno surcoreano, como del partido oficialista. 

El día 16, el embajador estadounidense ante Corea del Sur expresó que el Ejecutivo de Seúl debería consultar con Washington antes de impulsar el turismo de particulares a Corea del Norte y otros proyectos de cooperación intercoreana, para evitar malentendidos. 

No obstante, esa intervención provocó cierto malestar entre la clase política surcoreana, y hasta un diputado del partido en el poder The Minjoo comentó en tono de disgusto que el embajador actúa como si Corea fuera una "colonia" de Estados Unidos. 

El Ministerio de Reunificación surcoreano, por su parte, enfatizó que la cooperación intercoreana y el turismo de particulares a Corea del Norte son temas de soberanía nacional.